Cuéntanos sobre el peor jefe o compañero de trabajo que hayas tenido en el trabajo legal
Esta semana, hablamos con los operadores de eBossWatch, un sitio que permite a los empleados encuestar a empleadores potenciales al ver lo que otras personas con las que han trabajado han dicho sobre ellos en el sitio.
A pesar del nombre del sitio, el fundador Asher Adelman dijo que no estaba preocupado por las demandas por difamación porque creía que los comentarios de su jefe contenían declaraciones de opinión con las que los revisores podían estar de acuerdo o en desacuerdo, y que las declaraciones de opinión no podían considerarse difamatorias por definición.
Después de preguntarle sobre las historias de terror de su pasante hace dos semanas, parece justo pedirle esta semana que nos cuente sobre el peor jefe o compañero de trabajo que haya tenido en el trabajo legal.
Le pedimos que no responda al estilo de eBossWatch; no dé nombres ni lugares de trabajo. En cambio, se responde con un blogger de «humor para aliviar el estrés» «Ese es mi jefe», donde todas las publicaciones son historias de terror en primera persona curadas sobre jefes y compañeros de trabajo aterradores de todo tipo.
Cuando nos dimos cuenta por primera vez de Ese es mi jefe el mes pasado, vimos varias publicaciones de lectores que se quejaban de sus jefes abogados: uno describía a un «abogado muy conocido en Nueva York» que culpaba a un comportamiento «poco profesional», como que los empleados comieran avena en los restaurantes. Fue indiferente a su diatriba blasfema cuando el cliente estaba presente; otro describió cómo uno de los abogados de su firma hizo solicitudes desde su escritorio a su asistente, una vez preguntándole dónde estaban los documentos, y el documento en realidad está en su regazo.
Responde en los comentarios.
Lea las respuestas a la pregunta de la semana pasada: ¿Alguna vez ha faltado a la facultad de derecho con consecuencias graves?
Respuestas seleccionadas:
Publicado por MAGK: «Hice una pasantía en servicios legales para un curso. Además de pasar mucho tiempo en servicios legales ayudando a personas con problemas legales, también teníamos que tomar un curso semanal ridículo de 2 horas donde aprendíamos muy poco. A diferencia de mis compañeros de clase que Apenas tomé esta clase, tomé todas las clases excepto una. Desafortunadamente, la que me perdí fue aquella en la que el profesor habló sobre los exámenes finales. Me comuniqué con un amigo y me aseguré de modelar mis exámenes finales como los ejemplos en los folletos. ¡Solo descubrí más tarde que el contenido se entregó como ejemplos de no escribir! Como resultado, no obtuve un buen desempeño en el examen final, lo que redujo mi calificación general del curso. Fue suficiente para cambiar mi GPA completo, por lo que no Graduado cum laude pero cum laude. A pesar de que han pasado más de 20 años desde que me gradué de la facultad de derecho, ¡todavía me molesta! ¡Perder un curso genera una gran influencia!»